jueves, 30 de junio de 2016

La importancia del tratamiento en la ansiedad y la depresión


La ansiedad y la depresión son patologías con consecuencias importantes a nivel físico y psicológico.


"La OMS y el Banco Mundial, alertan de la importancia de buscar soluciones para tratar los problemas de ansiedad y depresión, puesto que consideran que supone una seria amenaza para la economía mundial. Un estudio llevado a cabo concluye en este sentido que la depresión y la ansiedad suponen un coste para la economía mundial de un trillón de dólares cada año. Añaden también que los beneficios de la inversión son cuatro veces superiores al gasto que conllevan, de manera que por cada dólar invertido en tratamientos eficaces se recuperarían cuatro, debido a los beneficios derivados en la mejora de la salud.

Analizando la evolución de estos trastornos desde 1990 a 2013, se ha comprobado el aumento de la ansiedad y la depresión en un 50% en todo el mundo, porque según la OMS 1 de cada 5 personas afectadas por una situación de emergencia experimenta trastornos de ansiedad y depresión.

Respecto al coste mundial, el estudio llevado a cabo concluye que la inversión en tratamientos psicosociales y farmacológicos suponen un gasto de 147.000 millones de dólares. Margaret Chan, directora general de la OMS afirma: sabemos que el tratamiento de la ansiedad y la depresión tiene punto de vista desde la salud y el bienestar, pero este nuevo estudio también confirma que lo tiene desde una perspectiva económica".

A partir de los resultados del estudio, el Fondo Monetario Internacional sitúa en primera línea de acción la atención a la salud mental y generar programas de prevención y tratamiento eficaces.

La OMS concluye que los datos proporcionan argumentos sólidos para aumentar las inversiones en salud mental en todos los países, independientemente de su nivel de ingresos". ( Información extraída del artículo "Invertir en tratamientos para la depresión y la ansiedad supone una rentabilidad del 400%, según la OMS". Revista Infocop).


Además de la inversión económica la ansiedad y la depresión son patologías con consecuencias importantes a nivel físico y psicológico para la persona que las padece. A su vez son patologías que pueden aparecer a cuaquier edad, desde niños hasta personas mayores. El origen de estas patologías varía según las personas. A veces se encuentran ligadas a cualquier otro problema, como una agorafobia, una fobia social etc, que es necesario descartar mediante una evaluación para orientar posteriormente el tratamiento.

Los síntomas relacionados con la ansiedad van desde una alteración en el ánimo ( "estar más bajo", más irritable, más irascible) hasta sentir opresión en el pecho, falta de aire, taquicaridas, mareos y sudoración, alteración del sueño y del apetito, que serían síntomas representativos de una crisis de ansiedad.

Por otro lado, los síntomas más destacables en un cuadro depresivo son:
  • Pérdida de interés por actividades, las personas y las cosas.
  • Pérdida de motivación.
  • Tristeza.
  • Apatía.
  • Cansancio.
  • Sentimientos de culpabilidad.
  • Pérdida del apetito.
  • Insomnio o hipersomnia.
  • Sentimientos de soledad.
  • Problemas de atención.
  • Percepción negativa de sí mismo y/o del entorno.
  • Cambios marcados en el estado de ánimo, en el pensamiento y en el comportamiento

Ansiedad y depresión. Psicólogos Oviedo.


 




miércoles, 8 de junio de 2016

Consumo de drogas en la adolescencia






El consumo de drogas en adolescentes puede relacionarse con problemas emocionales.


 Una de las mayores preocupaciones de padres de adolescentes es el posible consumo de drogas por parte de sus hijos. Estudios como la Encuesta Nacional sobre el Uso de Drogas y la Salud, indican que "algunos niños ya están abusando de las drogas a los 12 ó 13 años de edad. El abuso precoz a menudo incluye sustancias tales como el tabaco, el alcohol, los inhalantes, la marihuana, y los medicamentos de prescripción, como las pastillas para dormir y los medicamentos para la ansiedad".
https://www.drugabuse.gov/es/publicaciones/como-prevenir-el-uso-de-drogas-en-los-ninos-y-los-adolescentes-segunda-edicion/capitulo-1-los-factores-de-riesgo-y-los-factores-de-proteccion

Existen distintas teorías sobre las causas que pueden llevar a una persona (adolescente o adulta) a iniciarse y después mantener el consumo de drogas. Unas se basan en la predisposición genética, mientras que otras hacen hincapié en la influencia del ambiente.

En el caso de los adolescentes, el refuerzo social que reciben al consumir cuando el resto de amigos/as lo hacen, es una de las razones principales por las que se inician y mantienen el consumo de drogas y otras sustancias. De esta manera muchos de ellos se sienten reafirmados y no rechazados por su grupo de iguales.

Resulta muy difícil para los padres saber qué están haciendo sus hijos cuando éstos salen con sus amigos. Sin embargo, existen signos que pueden entenderse como pruebas o indicios de que el consumo existe, por ejemplo: fluctuaciones de humor y de carácter, cambios del estado de ánimo, mirada perdida, ojos vidriosos, aumento de la agresividad, mayor aislamiento familiar, a veces disminución de la higiene personal y aumento o disminución del apetito, alteraciones del sueño, disminución del rendimiento académico etc. No obstante, como padres debemos tener cuidado y ser cautelosos, puesto que estos signos también podrían evidenciar algún otro problema por el que el adolescente esté pasando sin necesidad de que haya por medio el consumo de una sustancia. Ej: una ruptura de pareja, acoso escolar, enfados con amigos...

Muchas veces los problemas emocionales no resueltos en la infancia o que se producen en la adolescencia sí pueden aumentar la probabilidad de que un adolescente se inicie en el consumo de sustancias. Por ejemplo, si hablamos de un adolescente que durante toda su infancia tuvo problemas para inciar relaciones sociales por una timidez excesiva o por falta de habilidades, puede encontrar en las drogas (alcohol y otras), la manera de desinhibirse. De esta manera es fácil que este adolescente recurra a las drogas cada vez que tenga que desenvolverse en una situación social.
De la mano encontramos los problemas de autoestima. Si ya la adolescencia es una etapa de cambios y de gran inseguridad, una autoestima muy baja en el adolescente puede conducir a que se inicie en el consumo de sustancias para sentirse al menos valorado socialmente.

En cualquier caso, ante la mínima sospecha de que un adolescente pueda estar consumiendo alguna sustancia es conveniente llevar a cabo un tratamiento psicológico, puesto que como decíamos antes, puede ser la forma errónea que tiene el adolescente de intentar resolver su conflicto o problema emocional.




Psicólogos Oviedo. Adolescentes.