La aceptación de nuestro entorno es la clave para que las relaciones de pareja y de amistad sean relaciones sanas. |
Las expectativas juegan un papel importante en la motivación que podemos tener a la hora de hacer determinadas cosas. Pero si las expectativas son excesivamente altas, también pueden ir en nuestra contra, ya que podemos frustrarnos si no conseguimos el resultado que esperamos.
También puede ocurrir que tengamos expectativas muy altas en las relaciones sociales y esperar que los demás se comporten en base a ellas, lo que puede dar lugar a frustración y en algunos casos a tomar decisiones que implique la ruptura de amistades o relaciones por no ajustarse a dichas expectativas. Desde la psicología, tenemos en cuenta que si las expectativas puestas nos causan sentimientos de frustración, dolor o emociones como ansiedad, son expectativas irracionales o poco ajustadas a la realidad y normalmente se forman a partir de falsas apariencias o de la idealización de la otra persona.
En cuanto a las relaciones sociales y de pareja dos tipos de expectativas irracionales son del tipo:
- Tiene que actuar así porque al revés yo también lo haría.
- Tiene que ser de una manera determinada o llevar un estilo de vida determinado porque si no, no lo acepto y estoy pidiéndole constantemente que cambie.
- Pretender que esa persona sólo quiera pasar tiempo contigo mismo/a y no dejarle tiempo para otras personas.
Muchas veces son este tipo de expectativas las que generan relaciones de pareja tóxicas, de tal manera que se inicia la relación esperando que la otra persona cambie cuando realmente no tiene que hacerlo sino que nosotros debemos aceptarle tal y cómo es. En caso de que no nos guste esa forma de ser, actuar o el estilo de vida que tiene, es mejor para los dos miembros de la pareja que la relación finalice, ya que la aceptación es la base de cualquier relación sana.