viernes, 16 de diciembre de 2016

Ruptura de pareja





La ruptura de pareja implica pasar un proceso de duelo en el que recuperarse uno mismo es el objetivo principal



Cuando nos enfrentamos a una ruptura de pareja, en un primer momento, sentimos que el dolor es inmenso y que nunca más conseguiremos recuperarnos, como si tuviésemos atada una soga al cuello que nos hace volver una y otra vez a recordar a la persona y  la situación. Sin embargo, no debemos olvidarnos de que al enfrentarnos a una ruptura nos enfrentamos a pasar un duelo. Cualquier persona es capaz de superar un duelo, con mayor o menor dificultad, siempre y cuando reúna las estrategias necesarias para poder superar la pérdida en función de las necesidades, los valores, la personalidad y las circunstancias externas propias de cada persona.
La aceptación de la situación y de la nueva vida a la que la persona se enfrenta tras una ruptura suele ser el proceso más dificultoso, al menos emocionalmente, al que se expone la persona tras separarse de su pareja. Y sin embargo, una vez que la persona llega a la aceptación es incluso más capaz de aprender a gestionar la inseguridad y los miedos que muchas veces aparecen tras terminar una relación de pareja.

El dolor que siente cada persona al terminar una relación de pareja varía en cada persona y depende de distintos factores como son: el grado de enamoramiento, el grado de complicidad, las circunstancias externas que rodean a la persona, la historia de aprendizaje de la persona, la personalidad, las experiencias previas, los apoyos sociales, en definitiva, de los recursos y estrategias que la persona tenga.

Actualmente, la separación o la ruptura de pareja genera en muchos casos trastornos de ansiedad asociados a la incertidumbre y a la pérdida de autoestima e inseguridad que suelen sentir las personas al terminar una relación. Además, si hablamos de relaciones largas, es normal que si estamos habituados a estar en pareja, al terminar la relación, aparezca el miedo a estar solo e incluso a ser incapaz de enfrentarse solo/a a las situaciones de la vida cotidiana.

Por tanto, la aceptación es el primer paso. En este proceso, emociones como tristeza y pena se consideran normales. Sin embargo, según va pasando el tiempo hacer una evaluación de aquellos aspectos de nuestra vida a los que hasta ahora prestamos menos atención para actuar sobre ellos nos ayudará a poco a poco ir sintiéndonos mejor con nosotros mismos.

Estar un tiempo solos, aprender a disfrutar de la soledad, recuperar viejas amistades, viejas aficiones o pensar en aquello que nos gustaría hacer y que en todo este tiempo todavía no hicimos, nos ayudarán a ir recuperándonos poco a poco.

Dejar en el olvido frases o refranes como "un clavo saca a otro clavo" y no convertir la búsqueda imperante del amor en nuestro objetivo más inmediato es fundamental, porque de lo contrario, podremos no elegir a la persona adecuada, llegando a generar alguna relación tóxica y/o de dependencia. Por tanto, la atención no se debe focalizar en buscar pareja sino en recuperarse.

Se trataría de seguir viviendo con ese "dolor", sin que llegue a paralizarnos. Mantenerse activo y actuar sobre aquellas parcelas de nuestra vida que hasta ahora teníamos desatendidas serán el secreto para que poco a poco dicho dolor vaya disminuyendo.




Psicólogos Oviedo. Terapia de Pareja.




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si has leido esto estamos muy interesados y te estamos agradecidos por poder conocer tu opinión