jueves, 20 de septiembre de 2018

Violencia física y psicológica

La violencia doméstica se entiende como un patrón de conductas que incluye un amplio rango de maltrato físico, sexual y psicológico usado por una persona en una relación íntima contra otra para ganar poder o mantener el abuso de poder, control y autoridad sobre esa persona.

Su aparición es variada, sin que exista un patrón general. En el noviazgo suelen aparecer señales que pueden alertar del inicio de violencia: celos, enfados, prohibiciones, manipulaciones, chantajes etc.

Existen distintos tipos de violencia, siendo la física y la psicológica las más habituales. El agresor suele empezar por la violencia psicológica. Es la que tiene mayores consecuencias negativas a largo plazo en la persona.

La Teoría del ciclo establece que la violencia pasa por una serie de fases:


  • Fase de tensión: se caracteriza por la existencia de pequeños episodios que llevan a conflictos permanentes entre los miembros de la pareja, aumentando la ansiedad y la hostilidad entre ambos. La mujer suele justificar al agresor haciendo mención a una pérdida de control o a circunstancias externas.

  • Fase de agresión: el agresor tiene como objetivo que la víctima aprenda una lección y finaliza cuando éste considera que la lección ha sido aprendida. Al existir maltrato de tipo físico es en esta etapa en la que la mujer se plantea denunciar o emprender acciones legales contra el agresor.

  • Fase de luna de miel :  en esta fase aparece el "arrepentimiento" del agresor. La mujer lo perdona y ante todo cree en su pareja por encima de sus propios pensamientos y sentimientos.Es habitual la retirada de la denuncia y además la víctima se engancha más a la relación, ya que el propio agresor le hace creer que todo va a cambiar para mejor.


Relación entre violencia y psicopatologías:


  • Síndrome de la mujer maltratada: trastorno patológico de adaptación que se da en las mujeres que son víctimas de violencia de género como resultado de un maltrato continuo. Este síndrome aparece asociado al Trastorno de estrés postraumático o TEPT.
  • Depresión
  • Trastorno de ansiedad
  • Trastorno por estrés postraumático o TEPT
  • Abuso o dependencia a sustancias
  • Baja autoestima
  • Conductas o ideación suicida








Psicólogos Oviedo.




martes, 11 de septiembre de 2018

Estrés infantil






Enseñar a los niños y niñas que la frustración forma parte de la vida ayudará a que respondan mejor a situaciones de estrés.





Los niños y niñas, al igual que las personas adultas también pueden verse afectados por el estrés del día a día asociado a situaciones externas. ¿ Qué puede causar niveles altos de estrés en niños y niñas?
El exceso de tareas, la existencia de conflictos entre compañeros, los conflictos familiares etc.

Hablamos de estrés infantil cuando se observan reacciones desproporcionadas a nivel emocional en niños y niñas ante situaciones que no son capaces de controlar.
Debemos tener en cuenta que la infancia es una etapa de cambios y de adaptación a los distintos contextos de la vida, principalmente al social con el inicio de la etapa preescolar.

Una buena educación emocional puede ayudar a los niños y niñas a manejar el estrés de una forma adecuada. Ofrecerles alternativas a la hora de resolver conflictos, una correcta organización y planificación del tiempo y actividades, así como servir de modelo ante las dificultades y contratiempos del día a día favorece que los niños crezcan en un entorno de equilibrio emocional.



¿Qué síntomas son indicativos de estrés infantil?


  • Ansiedad
  • Preocupación excesiva
  • Irritabilidad
  • Aparición de nuevos miedos u otros que ya se habían superado, pudiendo ser recurrentes
  • Dificultad para estar solo/a
  • Comportamiento agresivo
  • Aparición de regresiones o comportamientos propios de etapas anteriores del desarrollo que ya se habían superado.


¿Cómo podemos ayudar a los niños a manejar el estrés?

  • Planificar actividades escolares y extra-escolares sin que lleguen a ser excesivas.
  • Asegurarnos que transmitimos seguridad desde el entorno del niño/a.
  • Ser consistentes y consecuentes a la hora de educar.
  • Establecer normas que les permitan conocer qué esperamos de ellos en cada situación concreta.
  • Dedicación de tiempo de calidad, que los niños y niñas sientan que estamos a su lado para escucharles y orientarles según el conflicto que presenten.
  • Jamás debemos ridiculizar ni quitar importancia al problema que presenten, ya que si el niño/a se encuentra afectado es porque para él/ella es algo importante.
  • Dejar todos los días tiempo de ocio y juego sin que se encuentren sometidos a la presión de obligaciones y responsabilidades.
  • Práctica de ejercicio y actividad física.
  • Ayudarles a manejar la frustración de una forma correcta y desde el equilibrio emocional.
  • Introducir la relajación en su rutina habitual desde pequeños
  • Enseñarles a enfrentar y exponerse a situaciones novedosas, y por tanto, a aquellas que puedan causarles miedo e inseguridad.










miércoles, 5 de septiembre de 2018

Ansiedad asociada a una baja autoestima





La falta de autoestima se asocia a otras patologías como ansiedad y depresión





Imaginemos que tenemos una mascota. En esta situación y para su mejor cuidado nos planteamos:

- ¿Qué le gusta hacer?

- ¿ La acepta incondicionalmente a pesar de sus defectos?

- ¿Perdona sus errores sin ser excesivamente crítica con ella?

- ¿Se preocupa por mejorar sus relaciones sociales?

- ¿Reconoce y refuerza sus logros?

-¿La mantiene a salvo ante cualquier situación que pueda resultar peligrosa? ¿La protege de la misma?


Y... con Usted mismo, ¿Respondería de igual manera a las preguntas siguientes?

- ¿Se acepta tal y como es con sus limitaciones y defectos?

- ¿Valora sus cualidades y reconoce sus esfuerzos?

- ¿Reconoce/ valora sus logros?

- Se pregunta, ¿qué le gusta hacer?

- ¿Se permite sentir y expresar tristeza o disgusto aunque pueda incomodar a otros?

- ¿Disfruta de su compañía y de estar solo/a?

- ¿Se protege de las personas y situaciones en las que puede estar en peligro o que le hacen daño?

- ¿Se dice cosas bonitas?

- ¿Cuida sus relaciones sociales?


El amor a uno mismo hay que trabajarlo, puesto que sólo llegaremos a estar bien a nivel emocional,  personal y social cuando hayamos aprendido a valorarnos y querernos. Si vivimos siempre implicados en resolver las situaciones de los demás,  implicados en el cuidado de los otros/as y sin  cuidarnos a nosotros mismos, no nos estaremos tratando bien. Nuestra autoestima se verá comprometida, sobre todo, si tenemos en cuenta que al final la imagen que tenemos de nosotros mismos se forma en base a la opinión que tienen los demás sobre nosotros. Una persona puede tener una imagen distorsionada de sí misma y sentirse mal a la hora de reconocer sus defectos o sus errores si durante su infancia sus padres consideraron los errores que ellos mismos cometían o los del propio niño/a  como un fracaso.Esta persona será probablemente a día de hoy excesivamente crítica consigo misma ante los fracasos de la vida y probablemente utilice la evitación ante la ansiedad que le genera reconocer públicamente lo que percibe como un fracaso. Además, con el objetivo de no cometer errores buscará siempre la perfección para evitar el sentimiento de fracaso. La búsqueda irracional de la perfección y el no poder alcanzarla, aumentará los niveles de ansiedad de la persona.








Psicólogos Oviedo. Baja autoestima. Ansiedad