lunes, 29 de febrero de 2016

Factores asociados al estrés laboral




El estrés laboral es una de las patologías más frecuentes en la actualidad.


 Cada vez son más las personas que en la actualidad se ponen en manos de profesionales para combatir el estrés laboral y los síntomas que se derivan del mismo. Las condiciones actuales de trabajo, el ritmo de vida, la bajada de sueldos y el aumento de horas, son algunos de los factores que han contribuído al aumento de los niveles de estrés en los trabajadores.

Pero no sólo se debe a un contexto externo. Podemos hablar de personas que ante la misma demanda de trabajo y bajo las mismas condiciones, tienen los recursos y las habilidades suficientes para gestionar el estrés y la ansiedad que genera la situación y son capaces de afrontarla de una manera correcta.


¿Cuáles son los factores de estrés laboral más comunes?

  • La sobrecarga de trabajo: la excesiva carga de trabajo a la que se puede ver sometida una persona con la obligación de terminar la tarea de una forma mucho más rápida, eleva los niveles de cortisol en el cerebro (hormona encargada del estrés). La mayor secreción de cortisol, genera en la persona niveles altos de ansiedad, que repercute en el rendimiento y la producción.
  • Monotonía: la monotonía y el aburrimiento en la tarea producen sentimientos de vacío y  rechazo en el trabajador.
  •  El miedo a perder el trabajo es otro factor que puede influir en el estrés laboral, principalmente dada la situación económica actual.
  • Alto grado de responsabilidad en la tarea: la posibilidad de que un error cometido tenga consecuencias importantes para la persona, le hace estar en un estado permanente de activación, que aumenta a su vez la probabilidad de que éstos ocurran.
  • Falta de apoyo por parte de los superiores o de los mismos compañeros. Muchas veces el trabajo mal planificado y dirigido en el que el trabajador no sabe lo que tiene que hacer,  aumenta los niveles de estrés. También puede darse el mismo caso entre compañeros. Por ejemplo, hablamos del trabajador que no sabe bien cómo resolver la tarea y pregunta a sus compañeros cómo llevarlo a cabo sin recibir respuesta. En ambos casos, el trabajador puede sentirse frustrado, e incluso poco valorado por su entorno.
  • Conflictos interpersonales frecuentes y acoso laboral o mobbing.
  • La falta de reconocimiento:la escasa valoración de los resultados positivos obtenidos por parte del trabajador y la simple señalización de los errores cometidos, pueden aumentar el estrés laboral y favorecer la desmotivación hacia el trabajo. No es necesario que dicho reconocimiento sea económico especialmente sino que en muchas ocasiones una simple felicitación o reconocimiento positivo hacia el trabajador, puede aumentar su satisfacción y su motivación hacia el trabajo.


En cualquier caso, sea cual sea la causa, aprender a gestionar el estrés es fundamental.


Psicólogos Oviedo. Estrés laboral. Ansiedad 





lunes, 15 de febrero de 2016

Algunos factores influyentes en los trastornos de ansiedad

Satisfacer las expectativas de los demás genera ansiedad
 En la mayor parte de las ocasiones nos encontramos que la ansiedad que sufren las personas que pasan por consulta está relacionada con cuestiones asociadas a pensamientos anticipatorios, a distorsiones de la realidad, a una historia de aprendizaje relacionada con la evitación de los problemas o de situaciones, a características de personalidad o a escasas habilidades de comunicación asertiva.
 Albert Ellis, creador de la Terapia Racional Emotiva, consideró que una de las ideas irracionales que contribuye a generar malestar emocional (ansiedad y alteración del ánimo), es la idea: " Debo hacer las cosas bien y merecer la aprobación de los demás por mis actuaciones".

Establecer expectativas muy altas sobre nuestro comportamiento y sobre el comportamiento de los demás, y además valorarnos según se alcancen o no esas expectativas, genera en la persona unos niveles importantes de ansiedad.

 Otro de los factores estresantes que pueden existir es que la persona convierta en obligatorias esas creencias acerca de las expectativas que tienen los demás sobre ella misma.
Por ejemplo, podemos encontrarnos con padres muy exigentes con sus niños a la hora de realizar cualquier tipo de actividad extraescolar (ej: el niño o la niña tiene que saber tocar a la perfección un instrumento, porque vemos que tiene habilidad para ello, y se lo exigimos aún cuando él o ella prefieran cambiar de actividad). Es probable que al final ese niño/a acabe convirtiendo las expectativas que sus padres tienen sobre él/ ella en una obligación, y lejos de convertirse en una actividad que disfruta realizando, se convertirá en una actividad que acabe aborreciendo y en la que el rendimiento será cada vez más bajo, debido a que puede que se haya convertido en un factor estresante.

Siguiendo en la misma línea, cuando una persona se exige tanto a sí misma y se valora por cumplir las expectativas que los demás tienen sobre ella, su modelo de actuación en cuanto a los demás es el mismo, de tal manera que espera que los demás también se comporten según las expectativas que ella tiene. Sobre esta idea Ellis propone una nueva creencia irracional, relacionada con que "los demás deben actuar de manera agradable, considerada y justa". Al no ser una opción racional, la persona acaba teniendo reacciones emocionales relacionadas con la ansiedad (frustración, rabia, ira, angustia e incluso tristeza).

En resumen, la opción más racional pasaría por intentar no guiar nuestro comportamiento en función de las expectativas de los demás ni tampoco esperar que los demás se comporten como a nosotros nos gustaría o como nosotros lo haríamos. Sin embargo, en ocasiones resulta difícil, por lo que debemos ser capaces de establecer expectativas lo más objetivas y realistas posibles en base a las cuales guiaremos nuestro comportamiento.

Saber defender nuestros derechos asertivos y comunicar nuestros pensamientos, necesidades y sentimientos es una estrategia fundamental para no actuar simplemente según las expectativas de los demás y actuar acorde a nuestros propios intereses.



Psicólogos Oviedo. Ansiedad.



martes, 9 de febrero de 2016

Evidencias científicas para la elección del tratamiento psicológico en los trastornos de ansiedad y depresión.




El tratamiento psicológico es la primera opción de tratamiento en trastornos de ansiedad y depresión (NICE)


Cuando hablamos de ansiedad nos referimos a una respuesta adapatativa del organismo, es decir, una respuesta necesaria par la supervivencia de las personas. A la ansiedad se asocian síntomas de conducta ( dificultades para dormir, dificultad para terminar con éxito el trabajo debido a la disminución de la atención , la concentración y la memoria, temblores, inquietud, cambios emocionales, tensión en los músculos del cuerpo, cambios en los hábitos de alimentación, tabaco o alcohol); síntomas emocionales ( tensión, rabia, desasosiego, preocupación constante, dificultades para relajarse, alteración del ánimo); síntomas psicofisiológicos ( dolor de cabeza,tensión muscular, bruxismo, sensación de mareo, sensación de sofoco, dificultad para tragar, dolor de estómago, taquicardias, fatiga, temblores, pérdida de interés por el sexo, pérdida o ganancia de peso, aumento de conductas impulsivas: mayor consumo de tabaco, aumento en el consumo de alcohol...), entre otros.

Nos referimos a ansiedad generalizada cuando ésta no aparece ligada a un motivo o situación concretos sino que se dan una ansiedad y preocupación excesivas ante una amplia gama de situaciones. Resulta difícil para la persona controlar ese estado. La activación constante en la que se encuentra la persona puede producir consecuencias para el organismo (alteraciones físicas, trastornos de ansiedad y otras psicopatologías).

Según el Instituto Nacional de Excelencia para la Salud y la Atención del Reino Unido- National Institute for Health and Care Excellence, NICE), " es recomendable que todas aquellas personas que presenten o tengan sospecha de tener algún trastorno relacionado con la ansiedad, reciban tratamiento psicológico como tratamiento de primera elección, por delante del farmacológico".

De hecho, "las principales guías de práctica clínica basadas en la evidencia científica, tanto internacionales como nacionales ( como la del National Institute for Health and Clinical Excellence - NICE-), recomiendan la Terapia Cognitivo-Conductual como el tratamiento de primera elección para el trastorno depresivo leve y moderado, el trastorno de angustia, el trastorno obsesivo compulsivo, el trastorno de ansiedad generalizada y las fobias específicas y consideran a la terapia psicológica como una alternativa más eficaz que los fármacos para el tratamiento de los trastornos de ansiedad y depresión, que a diferencia de éste no genera patologías residuales, y por ello se evita la cronificación del problema. Tampoco presenta efectos secundarios negativos ni a corto, ni a medio ni a largo plazo para las personas" (Revista Infocop).


































lunes, 8 de febrero de 2016

Dependencia y baja autoestima





Saber decir no  a los demás es una habilidad social necesaria



Hay personas que se pasan la vida pensando más en los demás que en sí mismas, intentando complacer siempre los intereses de los demás por encima de los propios. Son personas a las que recurre todo el mundo cuando se tiene algún problema, cuando no se encuentra una solución o cuando no nos encontramos bien. En un principio, pensamos que hablamos de personas buenas, altruístas, pero... ¿Cuál es el límite entre la generosidad y la dependencia?

Cuando una persona se olvida de sí misma y de sus intereses por priorizar los de los demás, ¿Cómo se acaba sintiendo? Normalmente estas personas acaban experimentando algún grado de ansiedad y frustración considerables al darse cuenta de que han ido dejando su vida por la de los demás, al ver que no reciben la misma respuesta por parte de los otros y que lejos de valorarles, se acaban aprovechando de ellos.

"Una antigua historia cuenta que un joven fue a visitar a un anciano profesor. Y entre lágrimas le confesó: He venido a verte, porque me siento tan poca casa que no tengo ni fuerzas para levantarme por las mañanas. Todo el mundo dice que no sirvo para nada. ¿Qué puedo hacer para que me valoren más? El profesor, sin mirarlo a la cara, le respondió: "Lo siento chaval, pero ahora no puedo atenderte". Primero debo resolver un problema que llevo días posponiendo. Si tú me ayudas, tal vez yo pueda ayudarte a ti."

El joven, cabizbajo, asintió con la cabeza. "Por supuesto, profesor, dime qué puedo hacer por ti". El anciano se sacó un anillo que llevaba puesto y se lo entregó al joven. "Estoy en deuda con una persona y no tengo suficiente dinero para pagarle, le explicó. Ahora ve al mercado y véndelo. Eso si, no lo entregues por menos de una moneda de oro".

Una vez en la plaza mayor, el chaval empezó a ofrecer el anillo a los mercaderes. Pero al pedir una moneda de oro por él, algunos se reían y otros se alejaban sin mirarlo. Derrotado, el chaval regresó a casa del anciano. Y nada más verle compartió con él su frustración. "Lo siento, pero es imposible conseguir lo que me has pedido. Como mucho me daban dos monedas de bronce". El profesor, sonriente, le contestó: "No te preocupes. Me acabas de dar una idea. Antes de ponerle un nuevo precio, primero necesitamos saber el valor real del anillo. Anda, ve al joyero  y pregúntale cuánto cuesta. Y no importa cuánto te ofrezca. No la vendas. Vuelve de nuevo con el anillo".

Tras un par de minutos examinando el anillo, el joyero le dijo que era "una pieza única" y que se lo compraba por "50 monedas de oro". El joven corrió emocionado a casa del anciano y compartió con él lo que el joyero le había dicho. "Estupendo, ahora siéntate un momento y escucha con atención",  le pidió el profesor. Le miró a los ojos y añadió: "Tú eres como este aniñño, una joya preciosa que sólo puede ser valorada por un especialista. ¿Pensabas que cualquiera podía descubrir su verdadero valor?". Y mientras el anciano volvía a colocarse el anillo, concluyó: "Todos somos como esta joya, valiosos y únicos. Y andamos por los mercados de la vida pretendiendo que personas inexpertas nos digan cuál es nuestro auténtico valor".

Como vemos en la historia, las personas que suelen estar siempre a disposición de los demás, esconden una inseguridad y una baja autoestima importantes. Por este motivo, son incapaces de marcar límites a las otras personas. En muchas ocasiones, porque ni si quiera saben establecer los suyos propios y dejan que todo el mundo los sobrepase. También podemos decir que son personas que tienen gran dificultad para decir que no a los demás , porque en muchos casos, se sienten culpables al hacerlo.




Psicólogos Oviedo. Autoestima e inseguridad. Dependencia






lunes, 1 de febrero de 2016

La necesidad de dormir correctamente y las consecuencias de sufrir algún trastorno del sueño


 
Una de las consecuencias del insomnio es la interferencia en el rendimiento laboral y /o escolar.



El sueño y un buen descanso son necesarios para mantener un buen equilibrio en las distintas actividades de nuestra vida cotidiana, ya que el objetivo principal del sueño es reparador.

Llegar a establecer un mínimo número de horas de sueño resulta difícil, ya que no todas las personas tienen la misma necesidad. Depende de  factores como la edad,  las circunstancias que rodean a la persona, de la existencia de alguna enfermedad física o problema psicológico e incluso del consumo de sustancias o de medicación.

El insomnio es una alteración del sueño, que según estudios recientes "afecta al 35% de los adultos, alcanzando mayores tasas las mujeres". "Se trata de una alteración en la cantidad y/o en la calidad del sueño, que interfiere en las actividades de la vida cotidiana de las personas y que puede generar consecuencias como: cambios de humor e irritabilidad, dificultades en la concentración, en la atención y en el rendimiento laboral y/o escolar, tensión,  ansiedad, alteraciones del ánimo, cansancio físico y/o mental" etc. "Estudios recientes concluyen que ha aumentado la tasa de suicidio asociada a problemas de sueño, debido a la comorbilidad que tiene con la depresión y a estar asociado a una incorrecta toma de decisiones".

¿Cómo se puede manifestar el insomnio?

  • Problemas de conciliación ( dificultades para quedarnos dormidos).
  • Problemas de mantenimiento ( existencia de despertares nocturnos).
  • Despertares tempranos, con dificultades para dormir.

¿Qué variables debemos tener en cuenta cuando hablamos de insomnio?

  • Si se trata de un insomnio primario o secundario. El insomnio primario es un trastorno del sueño que no es consecuencia de otro trastorno. El insomnio secundario es el que aparece asociado a otros trastornos o problemas, al consumo de sustancias y a la medicación o a factores ambientales como temperaturas elevadas o muy frías.
  • La duración del trastorno. Si la duración del mismo es de un mes, hablamos de un insomnio crónico.

¿Qué influye en el insomnio?

En la evaluación se deben determinar si existen:

  • Factores psicológicos, normalmente asociados a ansiedad y estrés. Por ejemplo, pensar en preocupaciones, aprovechar cuando nos vamos a la cama para reproducir situaciones del día, no saber manejar las emociones negativas correctamente... Muchas veces el miedo a no dormir  e incluso obligarse a dormir, pueden estar alejándonos de conseguir nuestro objetivo.
  • Existencia de alguna enfermedad física de la que el insomnio sea una consecuencia ( insomnio secundario).
  •  Que existan problemas de sueño en la historia familiar de la persona.

¿Cómo enfocamos el tratamiento?

  •  Terapia de reestructuración cognitiva (TCC). (Modificación de pensamientos ; manejo de las emociones negativas que puedan estar manteniendo el problema, por ejemplo, ansiedad; modificación de conductas).
  • Pautas de higiene del sueño.(Pinchando en el enlace, podeis acceder a otra entrada de nuestro blog en la que se proponen estas pautas).
  • A veces, pero sólo si fuese necesario, el tratamiento psicológico se complementaría con tratamiento farmacológico.

Psicólogos Oviedo. Trastornos del sueño.