Satisfacer las expectativas de los demás genera ansiedad |
Albert Ellis, creador de la Terapia Racional Emotiva, consideró que una de las ideas irracionales que contribuye a generar malestar emocional (ansiedad y alteración del ánimo), es la idea: " Debo hacer las cosas bien y merecer la aprobación de los demás por mis actuaciones".
Establecer expectativas muy altas sobre nuestro comportamiento y sobre el comportamiento de los demás, y además valorarnos según se alcancen o no esas expectativas, genera en la persona unos niveles importantes de ansiedad.
Otro de los factores estresantes que pueden existir es que la persona convierta en obligatorias esas creencias acerca de las expectativas que tienen los demás sobre ella misma.
Por ejemplo, podemos encontrarnos con padres muy exigentes con sus niños a la hora de realizar cualquier tipo de actividad extraescolar (ej: el niño o la niña tiene que saber tocar a la perfección un instrumento, porque vemos que tiene habilidad para ello, y se lo exigimos aún cuando él o ella prefieran cambiar de actividad). Es probable que al final ese niño/a acabe convirtiendo las expectativas que sus padres tienen sobre él/ ella en una obligación, y lejos de convertirse en una actividad que disfruta realizando, se convertirá en una actividad que acabe aborreciendo y en la que el rendimiento será cada vez más bajo, debido a que puede que se haya convertido en un factor estresante.
Siguiendo en la misma línea, cuando una persona se exige tanto a sí misma y se valora por cumplir las expectativas que los demás tienen sobre ella, su modelo de actuación en cuanto a los demás es el mismo, de tal manera que espera que los demás también se comporten según las expectativas que ella tiene. Sobre esta idea Ellis propone una nueva creencia irracional, relacionada con que "los demás deben actuar de manera agradable, considerada y justa". Al no ser una opción racional, la persona acaba teniendo reacciones emocionales relacionadas con la ansiedad (frustración, rabia, ira, angustia e incluso tristeza).
En resumen, la opción más racional pasaría por intentar no guiar nuestro comportamiento en función de las expectativas de los demás ni tampoco esperar que los demás se comporten como a nosotros nos gustaría o como nosotros lo haríamos. Sin embargo, en ocasiones resulta difícil, por lo que debemos ser capaces de establecer expectativas lo más objetivas y realistas posibles en base a las cuales guiaremos nuestro comportamiento.
Saber defender nuestros derechos asertivos y comunicar nuestros pensamientos, necesidades y sentimientos es una estrategia fundamental para no actuar simplemente según las expectativas de los demás y actuar acorde a nuestros propios intereses.
Psicólogos Oviedo. Ansiedad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Si has leido esto estamos muy interesados y te estamos agradecidos por poder conocer tu opinión